Me gusta que vengas a verme como hoy, sin esperarlo; recorrer el
huerto y que puedas comprobar cómo progresa, oír en qué me he
equivocado. Lástima no poder saber cuando volverás y tener
preparado el café y un poco de conversación sobre todo; nunca hablar del presente en este mar lunar en el que nos movemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario