lunes, 30 de diciembre de 2013

interés compuesto



Hoy  he vuelto a verme  entre los cerdos; primero cortando en dados la remolacha, y luego revisando la prole hambrienta de una cerda vieja con más lechones que pezones; me he visto cortando los colmillos de las crías y amputando sus rabos, todo por su bien. Por la mañana fui al banco a pedir dinero, un crédito blando con un año de carencia; después de esperar un buen rato con el interventor mirándome a hurtadillas, me ha recibido el director que me ha explicado lo que debo  saber sobre la amortización y los intereses. Luego he vuelto a casa confundido entre un mar de números, y me he visto sentado sobre una piedra frente al paisaje insolidario de siempre; como hay “bajas presiones”, llega hasta mí, clarísimo, el trajín de una locomotora y el sonido de las ruedas de los vagones al pasar por el “cambio de agujas”;  y me he vuelto a ver en el andén de la estación, vacía y con el vestíbulo tapiado, donde los trenes ya no paran.




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